Una entretenida tarde de sábado, con cero grados centígrados
a la sombra y poca visibilidad, decidimos pasarlo a la sombra. Unas manitas de
cartas, amablemente cedidas por Ignacio
R., pusieron las cosas en su sitio. Carlos
V. se colocó en cabeza, ganando una mano tras otra, Ignacio A. no se aclaraba con las cartas, Javier A. Tenía dudas con las fichas y Alberto P. seguía con buen ritmo llegando el bolsillo, hasta que
casi al final decidió apostarlo todo, y ahí surgió de la nada Alvaro L. que fue desplumando uno tras
otro. Al final una buena merienda y la fuga de Miguel L. con su nueva bici. Próxima semana: Futbol Sala bajo techo.