lunes, 30 de enero de 2012

WI-CHI-FU


Por el nombre parece un plan al puro estilo oriental, y algo de eso hubo: un maestro que demostró que con un poco más de práctica sería capaz de abandonar la última posición, un par de sujetos compinchados, un sujeto que siempre quería cambiar de juego y otro dispuesto a comerse todas las palomitas, jugara o no, hicieron un buen primer plato que, bien condimentada con una “Wi” y poco de salero, hicieron una tarde memorable, lastada la ausencia de S.G. que dejaremos en el anonimato y que será recompensado el próximo sábado cuando juguemos al fútbol-sala.