A
primera hora de la tarde, comenzó la vorágine. El equipo de cocina encabezado
por padres de la Junta Directiva preparaba ingredientes bajo las órdenes de
Javier Jiménez. A las 6 de la tarde, los de 5º y 6º pasaron para hacer una
tanda de canapés. Los de 2º ESO montaron el comedor, Luischi realizaba tareas
variadas con algunos de 1º ESO y, a medida que terminaban de estudiar, los de
3º ESO se organizaban para el ropero. Más adelante llegaron los camareros, en
su mayoría de 1º y 2º BAC, y en pocos minutos transformaron su look con
chaquetas y corbatas. A las 9, los de 3º y 4º ESO se encargaron de preparar la
cena de los pequeños y garantizar la paz en la sala de estar, tarea no fácil,
pues había alrededor de 80 niños.
Como
cabía esperar, la respuesta de las familias de Tempero al mensaje de S.O.S.
-lanzado en forma de cena benéfica- fue una vez más sensacional. La sala de
estudio y la biblioteca del club se transformaron en un inmenso comedor que
albergó a más de 70 personas. Además, aproximadamente otras 40 -que no pudieron
asistir al evento por distintos compromisos- quisieron poner también su granito
de arena, aportando una contribución para la mesa cero. Cuando tengamos la
cifra definitiva de lo que hemos recaudado la haremos pública, pero parece que
rondará los 2.000 euros. Comenzamos a tapar el agujero y, lo que es mejor,
muchos se comprometieron a hacer gestiones para el patronato. MUCHAS GRACIAS A
TODOS.
Tras
la cena, la música de Davides y el concurso dirigido por Álvaro nos hicieron
reír, con polémica incluida. Al acabar, el sentir general era de entusiasmo por
haber disfrutado de una velada sensacional. Independientemente de las
necesidades económicas, habrá que repetir esta cena en el futuro.