martes, 2 de febrero de 2016

Gracias a ti


Los de 2º de ESO fuimos a intentar hacer pasar un rato agradable a personas mayores a una residencia de ancianos. Al principio —como siempre en estos casos— cuesta romper el hielo. Cuando te acercas a una persona mayor en una residencia, no sabes si quizá más que ayudarle vas a ser una molestia y, claro está, no se trata de molestar a nadie. La experiencia demuestra que siempre son muchos los ancianos que disfrutan de la compañía de gente joven dispuesta a escucharles. Nos hablaron de sus hijos, de sus nietos, de sus sobrinos, de sus antiguas aficiones, de sus actuales pasatiempos, de sus profesiones…, jugamos a la brisca y al parchís. Realmente se pasó volando. Todos acabamos con una sonrisa de oreja a oreja y con ganas de hacer más cosas de este tipo. Cuando salíamos de la residencia el portero me dio las gracias y de la manera más natural contesté: «gracias a ti».